Yoga en Verano
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El verano llega siempre abriendo las puertas de la libertad. Es el momento de andar descalza, de llevar menos ropa, de relajarse, de dejar que el amor y la alegría salga de dentro de ti. El sistema nervioso está más relajado, y te hace estar más receptiva al momento presente, a disfrutar de cada segundo.
Para mí el verano es una época alegre y en la disfruto mucho. El calor no lo suelo llevar mal, pero es cierto que, en determinados momentos necesito una pausa, respirar y refrescarme. Para ello tomo algunas precauciones y practico asanas que me ayudan a calmar y refrescar el cuerpo. Te voy a contar cómo, para que lo apliques a la hora de practicar estos meses y no abandones la práctica de yoga en verano.
Cómo es la práctica de yoga en verano
Con el calor 🥵 de esta estación, es inevitable (y recomendable) organizar tu horario en función al sol. Antes de sentarte en la esterilla tienes que hacerte dos preguntas: ¿Dónde? y ¿Cuándo practicar?
¿Dónde practicar yoga en verano?
El verano anima a practicar yoga al aire libre, en el parque, en la playa, debajo de algún árbol… en cualquiera de estos sitios, el contacto con la naturaleza te ayuda a relajar el sistema nervioso y a respirar más profundamente.
Si no tienes la oportunidad de llevar tu esterilla a la naturaleza, puedes practicar en tu casa. En este caso te recomiendo que sea en un lugar lo más fresco posible, o con un ventilador que no te apunte directamente.
¿Cuándo practicar yoga en verano?
Con las altas temperaturas, las mejores horas para hacer yoga son las primeras de la mañana (antes de que empiece a salir con fuerza el sol), y las últimas de la tarde, con la caída del sol.
Procura que siempre sea un momento para ti. Un sitio tranquilo, con ambiente relajado y sin mucho ruido.
Qué tipos de asanas hacer en verano
En verano deja de lado las secuencias intensas, los saludos al sol y los asanas que requieran mucha fuerza e intensidad. Lo importante en esta estación es regular la temperatura del cuerpo y equilibrarte.
Es recomendable trabajar posturas que no requieran un esfuerzo excesivo, que disminuyan tu ritmo y que te aporten calma. Los movimientos deben ser lentos pero eficaces para mantener la energía necesaria que tu cuerpo y tu mente necesitan.
Profundiza en posturas de suelo y haz exhalaciones largas y profundas, así podrás disminuir el ritmo cardíaco y profundizar en las posturas de forma suave.
Vamos a ver qué posturas te pueden ayudar en esta estación:
Uttanasana
Ponte de pie, con los pies juntos y las piernas rectas. Ves inclinándote hacia delante con la espalda recta y deja los brazos y el cuello relajados. Si las manos llegan al suelo, colócalas a los lados de los pies, y si no llegan, simplemente deja que caigan relajándote.
Con Uttanasana conseguirás que el cuerpo se estire y se relaje. Si además consigues mantener una respiración larga y tranquila, podrás mantenerte en ella alargando los beneficios.
Viparita karani mudra
Túmbate boca en la esterilla, sube las piernas y la cadera y pon las manos justo debajo de la cadera, para que el peso de tu cuerpo caiga en los codos. También puedes poner un cojín debajo de la cadera y dejar los pies apoyados en la pared, así podrás mantener más rato esta postura y obtener todos sus beneficios.
Con la postura del gesto invertido vas a conseguir combatir el calor veraniego. Las piernas se sentirán mucho más ligeras y frescas. Además, vas a calmar la mente. Un chute extra de tranquilidad.
Estiramiento lateral
Sentada en la esterilla cruza las piernas de forma sencilla. Lleva la mano derecha al suelo al lado derecho, sube el brazo izquierdo estirado por encima de la cabeza. Inclínate a la derecha doblando el codo derecho y alarga todo el costado izquierdo. No dejes que se levante el culete del suelo, céntrate el alargar la columna vertebral. Suelta las tensiones que se han podido acumular en la espalda y libérate.
Mantén al menos un minuto y repite para el lado contrario.
Ustrasana
Para hacer la postura del camello colócate de rodillas en la esterilla, coloca las manos en las caderas y estira la espalda. Inclínate despacio hacia atrás manteniendo la alineación de la cadera sobre las rodillas. Suelta primero una mano para ponerla en el tobillo, y luego la otra mano. No tengas prisa por entrar en este asana. Finalmente deja caer la cabeza relajada hacia atrás.
Con Ustrasana puedes alargar y estirar la parte delantera del cuerpo (pecho, abdomen, piernas) y respirar profundamente al tener las vías respiratorias totalmente abiertas.
Balasana
Para hacer la postura del niño colócate de rodillas en la esterilla y siéntate en los talones. Inclínate hacia delante y apoya el cuerpo y la cabeza en las piernas y el suelo. Pueden mantener esta postura unos 5 minutos para dejar que el cuerpo y la mente se relajen.
Después de la práctica es importante que te hidrates bien. Bebe agua o zumos naturales. Escucha a tu cuerpo y haz algún Pranayama que te ayude a calmarte y refrescarte.
Si aparte de las asanas que te he recomendado quieres hacer otra rutina, puedes leer esta secuencia de yoga para aliviar el calor.
Disfruta de tu practica y del verano 😎 🤩
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